Las Atochas, como el punk, is not dead. Y si algo entre las dos Atochas no está para nada «dead» es la calle San Juan los domingos de vermú. Di tú también que poco de punk tienen, que parece que cortan la calle para montar un desfile de Pull&Bear y Hawkers. Entre los madrugadores que disfrutan de las mañanas del fin de semana (los grandes maestros) y los rezagados de la noche anterior, uno en parte se lleva alegría de que la juventud llegue con tantas fuerzas al fin de semana aunque el ambiente huela a postureo que tumba patrás.
Nosotros, quizás por rancios o por nostálgicos, somos más de la noche anterior, cuando todas las edades hacen suya la calle de los vinos y los que no van a cheirar jamón al Huevito van a atrincherarse posteriormente en el Alfaiate o a beber los vasos del Malders, como si siempre fuera carnaval en el barrio más juerguista de A Coruña. Raro sería que por zona de vermús no hubiese terrazas y tapas y entre ellas, alguna tortilla trasnochona que llevarnos a la boca en un desliz. Allí nos fuimos, a un sitio que nos hace honor con su nombre, el Lambón Bar, no precisamente un domingo de vermú si no una tarde de terraza. Que igual nos vale que para masticar no hace falta madrugar.
Aspecto: No es malcarada. Latina y lanceolada, algo naranja de tono y de porte consistente. No ofrece muchas pistas pero tampoco tiene mala pinta.
Jugosidad: Un poco quedosa en boca, suave. No es que permita un mojeteo cómodo.
Sabor: Patata rica, huevo cremoso. Algo más de sal no le vendría del todo mal. Bonita y dulce de paladeo. Recomendable pa’ tirar palante.
Tamaño: No especialmente grande pero nada de lo que preocuparse.
Precio: 1.60€.
Otras observaciones: En esta terracita casi sanjuanera el servicio es de 10. El pan, eso sí, algo escaso.
Y el veredicto es…
Nota final: No está nada mal esta tapa tortillera pero no sé si un verdadero lambón podría darle un sobresaliente. Nosotros, que algo de eso tenemos y mientras hacemos tiempo para que caiga la noche en la calle San Juan, le soltamos un 6.9/10 que se queda a las puertas del notable sin que ni siquiera nosotros lo tengamos muy claro.
Lo mejor: Tortilla suave que no defrauda en sabor. Excepcional servicio.
Lo peor: Nada reseñable, nada por lo que saliente.
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El Lambón Bar está en la calle Atocha Baixa en el número 26
