Entre las múltiples cosas que echamos de menos en estos últimos tiempos están las dos partes fundamentales de un partido de fútbol: la previa y el post-partido. Sabemos que este año no sería lo mismo que cuando estábamos en Champions pero no tenemos dudas de que la afición deportivista iría en tromba a animar al equipo y harían que ese estadio, por competición menor que tuviera, fuese de primerísima categoría. Y como sabéis todos los que os hayais acercado en día de partido, esa tromba nunca se queda en Riazor: se esparce por todos los bares de la zona y arrasa con todo grifo y tapa que haya sobre la barra uniendo en sagrada comunión fútbol y tapeo, algo que no nos puede hacer más felices. Mientras asoma una lagrimilla por el ojo (que no, que es porque se nos ha metido algo) recordamos en el Tercer Tiempo esas noches mágicas que nos van a ver volver.
Este no es un bar que esté cerca del templo blanquiazul pero sí que está en un sitio que algo de deportes sabe: el Barrio de las Flores. Y es que es de todos sabido que uno de los ídolos de los últimos años del deportivismo era de allí (o así lo defendían beligerantemente desde Matadero Bonnissel o mientras cantaban sus alabanzas) pero también más recientemente se ha convertido en un fortín para el Zalaeta de voleyball. Hasta el multipremiado corto Einstein-Rosen de Olga Osorio, grabado en el mismo barrio arranca con la expresión más fundamental del deporte y el juego: un niño dándole una patada a una pelota.
A nosotrxs nos gusta el deporte, claro, pero sobre todo uno por encima del resto: el papeo. Y en ese seguimos en eterna deuda con un barrio que seguro que alberga tortillazas increíbles esperando a que las degustemos. Hoy intentamos dar un pequeño paso para ir subsanando esta carencia disfrutando una de las primeras terrazas que pudieron abrir en la época post-navidad. Un tentempié matutino que nos puso muy cuesta arriba llegar con hambre a la hora de comer. Os lo contamos.
Aspecto: Aunque algo rústica, lo que llama la atención es lo imponente, como un monumento a la patata y el huevo hecho con cariño y sin ganas de escatimar. Así se ve este tremendo trozaco de una tortilla que intuimos puede tener el mismo peso que un cordero pequeño.
Jugosidad: No es una tortilla que se babe y por su hechura cuesta arrancarle trozos pero, a pesar de que tiene un cuaje medio, consigue tener un mínimo imprescindible de jugosidad. Es posible que alguien que tenga una salivación excelente no necesite acompañamiento. Para el resto recomendamos un poco de líquido para que se deslice como por un tobogán.
Sabor: Riconuda. Toque de sal justo, el sabor es potente, el huevo está riquísimo y la patata omnipresente y cortada fina le pone el broche final. Cuesta domar a esta tortilla aguerrida pero el que ose atacarla descubrirá una tortilla excelente y sabrosa de trato.
Tamaño: Gigantesca, gruesa, inabarcable, plato principal para alimentar a 6. Así da gusto.
Precio: 3.90€ con un tercio de estrella. No nos salen las cuentas pero sea como sea es muy barato.
Otras observaciones: Un trato de 10, maravilloso.
Y el veredicto es…
Nota final: Siempre que una tortilla no está jugosa del todo parece que no vale y no es cierto. La tapa del Tercer Tiempo solo es apta para valientes pero madre mía si no está para ponerla en un pedestal. Cualquier tortillero que se encuentre patrullando por la zona haría bien en acercarse a este local y regalarse con una tortilla casera que puede quitar el sentido. Se lleva un merecido 8,3/10.
Lo mejor: Por momentos recuerda a aquella maravillosa tortilla del Mesón del Hockey que estuvo años en nuestro TOP1. Grande, barata y muy sabrosa.
Lo peor: Ya lo hemos comentado. Un poco menos de baile de huevo y que quede más fluida es lo que le falta a esta tapa (también habría que ver si es posible hacerlo dada la envergadura).
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Tercer Tiempo está en la Avenida Salvador de Madariaga en el número 33
Actualización 04/06/2024: Todo tercer tiempo llega a su fin. En donde antes estaba esta sabrosa tortilla de la zona, ahora hay un local distinto, con otra gerencia, que ya no tiene tortilla. Quedé aquí la crítica a esta tortilla que nos alimentó a base de bien.
La verdad es que la del Tercer Tiempo es de las tortillas más ricas, un verdadero deleite para el paladar, totalmente recomendable, como aviso para navegantes y como el que avisa no es traidor…. Ojito con el Raxo que preparan también en el Tercer Tiempo