Tortilla con patatas de microondas

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Cuando empezamos con el proyecto tortillero nos las prometíamos muy felices. Eso de ir por sitios, comer tortilla y luego contároslo, no pintaba a priori ser una labor muy ardua: salvo el último punto los otros los tenemos perfeccionados hasta la maestría. Tendríais que ver qué potencia de mordisco y paladeo. Sin embargo, después de cuatro años y muchos comentarios puntillosos, nos tuvimos que enfrentar a una dura pregunta… ¿teníamos algo que aportar en la elaboración del producto, además de en su consumo?

Ahí empezamos a sudar tinta, al darnos cuenta de que íbamos a ponernos al frente de los fogones y ver si éramos capaces de ser útiles en este sentido. Partimos entonces de una idea: vamos a compartir nuestra receta de la clásica tortilla de patatas. Pero pronto pensamos que, la verdad, Internet está lleno de páginas de cómo hacer la mejor tortilla de patatas y que poco íbamos a aportar nosotros con la nuestra. Además de que nuestros lectores sabéis de sobra como hacer una tortilla de patatas, que va casi de serie con el carnet tortillero. Quizás algún día nos animemos a compartir nuestros trucos pero de momento, lo que nos ha parecido más interesante es haceros partícipes nuestros experimentos de tortillas un poco distintas. Poco a poco iremos sacando recetas a las que le cambiamos un ingrediente, una forma de cocinar, le introducimos alguna novedad, etc… En su mayoría será la primera vez que las hacemos así que, con nuestra intuición de por medio, iremos probando distintas variedades y os mostraremos tanto la receta como el resultado, con la correspondiente crítica. Que Dios nos coja confesados. No se hable más, arrancamos esta sección de Laboratorio Tortillero con…

TORTILLA CON PATATAS AL MICROONDAS
(para los que odian el aceite o freir patatas en la sartén)

Puede que sea por salud, por ahorrar, o porque se le tenga un odio especial a los aceituneros de Jaén pero hay gente que eso de echar medio litro de aceite en una sartén para freir unas patatas para una tortilla le da urticaria. No podemos culparlos, cada uno es como es. ¿Es compatible esto con seguir disfrutando de este plato? Pues nos planteamos la duda en la última reunión tortillera y decidimos que si las patatas no se podían freír algo había que hacer con ellas. Recordamos entonces haber leído en algún sitio que con un chorrete de aceite y al microondas, esas patatas crudas podían enternecerse y dar el pego y… allá fuimos:

RECETA

Ingredientes
– 
Patatas (cantidad para gustos)
– Huevos (caseros a ser posible)
– Sal
– Aceite (poco, que aquí está la clave)

  1. Cogemos patatas. ¿Cuantas? Pues a voluntad. Las costumbres dicen que una patata de un tamaño medio por huevo, pero luego todo se calibra dependiendo de lo jugosa o hecha que queramos la tortilla. Nosotros somos de echarle más huevos de los que tocan, como a la vida en general. Para esta creo que cogimos 3 o 4 patatas, que para el que no esté muy al tanto tienen un aspecto similar a este:
  2. Con dichas patatas afrontamos el momento más tedioso de hacer una tortilla de patatas: pelarlas y cortarlas. Imprescindible lavado entre esos dos pasos si no queremos que la tortilla sepa a tierra del camino. En una tortilla con patata frita podemos variar más en el corte de la patata pero aquí es muy necesario que sea fino, cuanto más mejor. Nosotros lo intentamos y conseguimos el siguiente resultado:
  3. Ahora llega el momento mágico. No teníamos excesiva idea de como montar el tema microondas así que decidimos poner las patatas en un plato apto, regarlas con un chorro de aceite generoso y programar en el microondas 3 sesiones a máxima temperatura de 4, 4 y 3 minutos, parando entre cada una para remover. Este era el aspecto que tenían cuando les dijimos adiós y cerramos la puerta:
  4. Mientras tanto, como en la alta cocina no hay tiempo para descansar, cogimos los huevos (con perdón) con la proporción que ya comentamos en el punto 1. Para el que no este muy puesto el huevo es un cuerpo ovalado con este aspecto:
    Estos huevos se cascan con un ligero golpe, se vuelca su interior a un bol grande y se le da candela con el tenedor hasta que queda un líquido similar a este:
  5. Tras los larguísimos 11 minutos abrimos el microondas y nos encontramos a las patatas de esta guisa. Las probamos con el tenedor y parece que aún tienen algo de xeito.
  6. Parte trascendental ahora: las mezclamos con el huevo, lo salamos todo un poco y dejamos que repose para que chupen un poco de huevo.
  7. Tras esto, calentamos una sarten (a ser posible de las pacíficas, que no se pegan) medio untada en aceite. Hace falta, muy muy poco, con deciros que nosotros usamos esto…
    Y antes de que humee echamos la mezcla con mucho cuidado
  8. Veremos que cuaja rápido y usando un plato que quepa en la sarten, le daremos un par de vueltas (nunca más de dos, hasta repetir lado) y sacamos nuestro retoño que tendrá esta pinta…

¿No está mal del todo, no? Parece que hemos salvado esta bola. Aun queda la parte más importante ¿habremos conseguido engañar a nuestro estómago tortillero con esta tortilla con bastante menos aceite de lo requerido? ¿Valdrá para salir del paso? ¿La tiraremos por la ventana? Eso solo lo puede dictar…

LA CRÍTICA

Aspecto: Buena pinta, sí. No se aleja nada de la tortilla normal ya que todo el cambio viene dado por la hechura de la patata. De momento se libra.
Jugosidad: En este caso tampoco afecta mucho la manera de preparar las patatas. Puede que incluso se haga necesario menos huevo. Decidimos sacarle una foto al corte y tenía esta pinta, en la que se aprecia que nosotros decidimos hacerla bastante jugosa:

Sabor: Aquí viene lo importante. Se nota la patata al microondas. Además de un tacto más arenoso, conserva un sabor muy intenso a patata que oculta el resto de sabores de la tortilla (el resto que es el del huevo). Ese tacto además hace que cueste un poco tragarlo y venga bien algo de pan, a pesar de ser una tortilla jugosa.
Precio: El mismo que una tortilla normal.
Tamaño: Acaba siendo una tortilla más saciante.
Otras observaciones: No sabríamos decir porqué pero creemos que para un bocata puede ser más apropiada.

Conclusión final: Le hemos puesto muchísimo cariño y fuerza de microondas pero esta tortilla nos ha dejado el estómago a medias. Sirve bien para comer, no es algo que sepa mal, pero la patata sabe demasiado (se cocina menos) y no nos hace olvidarnos de nuestra querida tortilla habitual. Sirve, funciona, pero no entusiasma. A veces pasa. Le vamos a dar de nota a este experimento tortillero:

 

2 huevos y medio (sobre cinco)

 

Y por supuesto os animamos a que probéis a hacer esta misma receta en vuestras casas y nos comentéis los resultados, trucos, fallos cometidos, aciertos…

Deja un comentario