Frittata o tortilla de espaghetti

Este 2022 lo estamos afrontando jugones. No es que no nos queden tortillas que catar por la ciudad (aunque cada vez son menos), si no que pasar más tiempo en casa nos ha animado a seguir inventando en la vitrocerámica. Y sobre todo seguir arriesgando con recetas que no son de la tortilla canónica, esa para la que en cada casa tienen unas instrucciones y una forma de hacerla y ninguna sabe igual. No, aquí hemos venido a reinventar la gastronomía tortillera.

En nuestra búsqueda de ideas para seguir deconstruyendo y reinventando este noble plato, se nos ha dado por buscar interpretaciones de otros países. Y es que aunque el uso de la patata o del huevo depende de la zona, de la fauna, del clima o la cultura, sí que encontramos que a lo largo y ancho del mundo, más o menos parecidos, existen platos que se preparan en sartenes y tienen pinta de disco grueso amarillo. En esta ocasión no necesitamos ir muy lejos: cruzamos el Mediterráneo para encontrarnos con uno de los pueblos cuya cocina más triunfa en el mundo y abrimos de nuevo el laboratorio tortillero para presentaros…

FRITTATA DI PASTA
(o tortilla de spaghetti)

Pues sí, nuestros fratelli italianos han decidido que se puede meter pasta en todas partes, ¡hasta en una tortilla! Bueno, deberíamos usar el término «frittata» que es así como se llama en realidad esta receta. Nosotros nos decidimos, por exotismo, hacer la frittata típica del sur de Italia, esa que lleva una pasta larga como puede ser el spaghetti. Pero para gustos colores. Podéis encontrar recetas que sustituyen nuestra patata por verduras, queso, salchichas o incluso higos. Para hacer nuestra frittata di pasta nos informamos bien en el blog de María Lunarillos, en la sección de recetas de El Español, y en Guía Infantil, que ya os da una idea de la dificultad de este plato. ¿Seremos capaces de hacer algo que no haga sonrojarse a Giovanni Rama? Veremos.

RECETA

Ingredientes de la fritatta
100/200g de spaghetti
– 4 huevos
– Un poquito de jamón serrano
– Perejil
– Queso rallado
– Aceite

  1. Hemos decidido usar ingredientes de carbonara. La frittata es una receta de aprovechamiento de pasta que ha sobrado y a nosotros es decirnos «pasta» y empezar a pensar en panceta haciéndose en la sartén. En este caso lo hemos sustituido por jamón serrano pero sirva de ejemplo de que le podéis echar lo que os venga en gana.
  2. Por supuesto antes de empezar tendremos que tener cocida la pasta. Si estais aprovechando sobras igual ya la tenéis mezclada con otros ingredientes y sirve igualmente. En nuestro caso la cocimos los minutos que marcaba el fabricante en agua con sal y la reservamos. Vaya, lo normal.
  3. En un bol preparamos la mezcla batiendo huevo, queso rallado y perejil. Un par de truquis gratis: esto es similar a cómo se hace la carbonara verdadera, sustituyendo el perejil por pimienta negra y sin echar nada de nata (aunque si os gusta con nata tampoco seremos nosotros los talibanes que os lo prohiban). En una carbonara normal se puede jugar echando solo yema o el huevo entero dependiendo de lo cremosa que queremos la salsa. Lo de incorporar queso rallado es algo que hace mucha gente también en la receta de tortilla de patatas: el lácteo ayuda a que quede más esponjosa.
  4. Al jamón serrano no le hace falta cocinarlo pero nosotros decidimos darle un toque de sartén para que soltase un poco de su grasita y se calentase. Cuidado con este paso pues hace que sepa aún más salado. Ahora que hablamos de Italia, otro briconsejo: si queréis echarle anchoas o jamón serrano a la pizza pero no queréis que os queden muy saladas, es mejor echarlas a la pizza cuando ya esté casi lista, así no se secarán.
  5. Nosotros teníamos además otro objetivo en mente pasando el jamón por la sartén: usar la grasita que suelta para darle un toque a los spaghetti y que estos queden un poco más crujientitos. Aunque, a decir verdad, nosotros no lo conseguimos.
  6. Cuando ya veamos que la cosa coge calor, sacamos toda la mezcla y la vertimos en el huevo batido como si se tratase de patatas.
  7. Y ahora de vuelta a la sarten pero ya el pack completo: mezcla de huevo, queso y perejil, jamón y spaghetti.
  8. A partir de aquí la frittata es igual que una tortilla. Ya depende de vuestra pericia al darle la vuelta y de lo que os guste hecha o poco hecha. Nosotros decidimos hacerla muy jugosa y creo que eso fastidió el resultado, como ahora os contaremos, así que o recomendamos tender a hacerla bien cuajada.

LA CRÍTICA

Aspecto: Para valientes. Aquellos con remilgos a probar cosas nuevas, esta frittata le puede parecer una marcianada. Pero si obviamos que parece que nuestra tortilla tiene cerebro, no se diferencia en exceso del color y forma de una tortilla normal.
Jugosidad: Lo reconocemos, nos hemos venido arriba. Buscando hacer una tortilla bien jugosa nos ha quedado bastante huevo por hacer y es posible que a más de uno le desagrade. A nosotros, sin que nos disguste en exceso, sí que reconocemos que nos hubiera gustado algo más cuajada para que pareciera más tortilla y menos carbonara


Sabor:
Porque era evidente. Pasta, huevo, queso, fiambre iba a saber a carbonara. No pasa en ningún momento por una tortilla de patatas. Se nota el queso y el perejil que hacen buenas migas y nos dan ideas para innovar en nuestras tortillas pero, a falta de cuajarla más, esto se parece más a un plato de pasta gratinado que a nuestra querida tortilla. Además, es justo reconocerlo, se nos ha ido un poco la mano con la sal (cuidado al añadir jamón a estas elaboraciones). Ya véis que no somos chefs michelin.
Precio: Algo más caro de una tortilla normal.
Tamaño: Similar a una tortilla de patatas.
Otras observaciones: Nos quedan ganas de probar otras variantes, sobre todo las que incluyen verduras. Creemos que intentar hacerla de forma más similar a un quiche puede hacer que gane puntos.

Conclusión final: Si hay una frittata similar a la tortilla de patatas no es la que hemos hecho. Para amantes de la carbonara, para estudiantes que quieran innovar y para gente a la que le haya sobrado pasta y quiera aprovecharla, seguro que es una buena oportunidad. A nosotros nos ha gustado porque nos encanta la carbonara pero no creemos que pueda ser un sucedáneo válido para nuestra tortilla. Lo siento Italia, esta vez ganamos nosotros.

Dos huevos y medio sobre cinco

Ahora esperamos que nos compartais en redes sociales vuestras mejores elaboraciones de frittatas para animarnos a volver a intentarlo. Que por cara que esté la luz seguro que la próxima vez la dejamos un poco más de tiempo en la sartén. ¿Conoces alguna combinación de ingredientes ganadora? ¿A qué esperas para contarnosla?

Deja un comentario