¿Cómo vais? Imagino que todxs estamos igual: esperando pacientemente. A que lleguen las vacunas, a que abran los bares, a que el Deportivo encadene alguna victoria seguida… Claro que esperar no es fácil (ya sabéis: el que espera, desespera) pero afortunadamente esta vez la espera merecerá la pena. Como cuando pides una tapa de tortilla en un bar, te dicen que «diez minutitos que está acabando de hacerse» y ya se espera de mejor humor. Nosotros, que vamos sobreviviendo esta temporada con el «a recoger» o «a domicilio» como apellidos, también decidimos esperar en su día a por una deliciosa tortilla del Vinoteca Confort.
Y entre tanta espera y toque de queda… se nos pasó el entroido, una de las últimas fiestas que pudimos celebrar el año pasado. Y sí, fue una pena no poder llenar la calle de La Torre o la Barrera con disfraces (o participar en el espectacular cuadro que forman los aficionados de Riazor, cada uno de un padre y una madre) pero el espíritu choqueiro no consiguió desvanecerse de todo de lxs coruñesxs. Y es que aprovechando el buen tiempo hemos visto que a la chavalada de A Coruña no le vale como excusa ningún virus para dejar de disfrazarse de cuatromil superhéroes distintos. Los que no salieron a la calle celebraron su carnaval particular entre las cuatro paredes de casa y lo publicaron en absolutamente todas las redes sociales. Si no nos creéis podéis ver los perfiles del concurso de disfraces del concello para quedaros abraiados con el ingenio de algunxs.
Nosotros nos disfrazamos también, ¡claro que sí! Sobre todo porque para endulzar la espera de la que os hablábamos creemos que es importante intentar que no sean todos los días iguales. Y como tampoco son iguales las más de 360 tortillas que llevamos catadas en la ciudad, esperamos poco a poco que si Coruña sigue mejorando (aunque lentamente) pronto reabran los bares para seguir descubriendo las tortillas que nos recomendáis.
Aspecto: Como un orbe luminoso, como una luna llena. Fuimos a buscar a la Vinoteca Confort esta tortillaza que no hace falta que os digamos qué pinta tiene, que ya lo véis. Amarillo pálido, casera y una sensación al recogerla: al peso ya se nota que la criatura nació saludable.
Jugosidad: Consistencia blanda y delicada. Quizás difícil para meter entre pan y pan pero puro confort para pasearse y deslizarse por nuestra garganta. Deja mojar todo lo que quieras.
Sabor: Este borbotoneo amarillo de huevo y patata tiene un punto de cuaje perfecto. Quizás a algunos les haga falta un toque más de sal que le haga ganar un sabor más bravío pero poca queja se le puede poner a esta tortilla que está, a todas luces, muy rica. La temperatura es correcta, el equilibrio entre ingredientes el adecuado y la mezcla entre la patata blandita y el huevo cremoso hace que la puedas comer con cuchara. Felicidades a su cocinerx, que mérito tiene.
Tamaño: Grandullona. Quita el hambre sin problemas.
Precio: 8.50€, increíble precio por una más que buena tortilla. Mucho tendrían que aprender otros.
Otras observaciones: Un servicio de 10. Tuvieron un detalle con nosotros por ir a recogerlas en vez de pedirlas a domicilio y nos regalaron la bebida. Nos quedan por probar sus platillos mexicanos.
Y el veredicto es…
Nota final: Hemos salido encantados con la tortilla de la Vinoteca Confort y sin duda llegará al notable alto. Sin embargo, reconocemos que las tortillas tan delicadas pueden no ser del gusto de todxs. A nosotros la verdad es que siempre nos gusta rillar un poco, no el interior, pero sí «las tapas» del producto. Pese a todo, creemos que es una de las mejores opciones en cuanto a calidad/precio que se pueden encontrar hoy en día en Coruña y que si queréis matar el gusanillo hasta que abran los bares, no podéis hacer otra cosa que llamar a este local de Os Mallos y pedir que os lleven este tortillón de 8.2/10
Lo mejor: No hay tortillas ya a este precio que no tengan defectos. Y encima te la llevan a casa, ¿qué más quieres?
Lo peor: Es suave y blandita, si quieres emociones fuertes igual echas en falta un poco más de garra.
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La Vinoteca Confort está en la calle Francisco Catoira en el número 25.
