Día bonito, ¿verdad? No necesariamente para nuestra causa, la Navidad suele suponer un breve descanso en el mundo tortillero y una oportunidad para degustar sabrosos manjares que vienen del mar o de animales sabrosos de granja. Imagino que hasta los veganos se darán algún capricho no habitual en su dieta por estas fechas. Sin embargo, la tortilla, plato del pueblo llano y simple, parece desterrada de las mesas este día por ser más habitual. Reconocemos que a nosotros, entre cigala y cigala, algo nos apena, para que nos vamos a engañar (aunque se nos olvida a cada cigalita). Por eso, desde hace un tiempo, hemos encontrado un remedio para el día de Navidad y es que aprovechando que la familia se reúne y estamos todos en Coruña, ¿por qué no salir a tomarle un vermú antes de la comida y si cuadra un pinchito de este plato que es nuestro verdadero gran amor? De esa forma la tortilla nos acompaña hasta en las fiestas más renombradas sin que la marginemos. También nos sirve para ello la tarde de Nochebuena, con los amigos: raro es el año que no le mandamos una tapita para hacer cama para la noche. Una cosa no se pega con la otra. Y así, colando la tortilla por un lado o por otro, estamos celebrando estas fiestas otro año más. Y como otro año más, os traemos para celebrar el día una tortilla muy especial. El año pasado trabajamos mucho para traeros crítica de las tortillas de la calle Barrera y durante el 2016 nos apenó que nuestra ganadora en el especial hubiera cambiado de gerencia. Pues bien, no podía pasar mucho tiempo sin que volviéramos y ahora os la traemos actualizando así el top de La Barrera. No sé si seguir tortilleando es una mala vida pero de seguro que queremos seguir haciéndolo mucho tiempo más con vosotros. ¡Felices fiestas, tortillers!
Aspecto: ¡Sí! El mismo que el de la mítica Cervecería del Centro, aumentan nuestras sospechas de que no hayan cambiado de cocinero. Buen color, jugosidad latente y bellísima patata. Una pinta de 10.
Jugosidad: Muy conseguida, sin ser exagerada para los amantes de la hechura. Permite mojar el plato incluso.
Sabor: Recién hecha, corte fino de la patata, jugosísima como ya comentamos y a pesar de que le falta un puntito travieso de sal estaba muy muy rica. Buena heredera de la Cervecería del Centro en la que vinimos a grabar aquel reportaje de la TVG.
Tamaño: Más bien pequeña, algo escasa.
Precio: 2€
Otras observaciones: El mismo ambiente pijunis que antes. Los vinos con los que acompañamos las tortillas eran bastante escasos. Nos faltó pan y el servicio fue bastante lamentable, la verdad sea dicha. Tardaron muchísimo en servir, nos cobraron mal, se equivocaron…
Y el veredicto es…
Nota final: Pues veníamos ilusionados porque la tortilla es espectacular pero al final se va a quedar en un 7,6/10 que hasta se nos antoja generoso. Es como si hubieran cogido la anterior tortilla de la Cervecería del Centro y la hubiesen hecho más pequeña, más cara y con peor servicio. Una lástima.
Lo mejor: Es una tortilla excepcional en cuanto a sabor y tamaño.
Lo peor: No deja de valer 2€ por un trozo mínimo.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
La Mala Vida está en la calle Barrera en el número 23.